Los periódicos (El País, El Mundo, ABC) hoy reseñaban la presentación ayer en el Instituto Cervantes de Madrid de la nueva edición del Cantar de Mío Cid realizada por Alberto Montaner. La obra pertenece a la Colección Biblioteca Clásica de Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, que publica la obra. El director de esta Colección y autor del prólogo de la edición de Montaner, Francisco Rico, por lo que nos cuentan los periodistas- algunos cada vez mejor formados, el de El Mundo escribe Luis García Mateo (sic) como participante en el acto- no ahorró en hipérboles en el encomio de la edición de Montaner, y les brindó jugosos entrecomillados para sus reseñas. Les ha bastado, para completar la información sobre esta obra, incluir algunas referencias a los actos de celebración del VIII Centenario del Cantar: parece que no han advertido la trascendencia de lo que comunicaban en sus artículos.
Hemos de recordar que el profesor Alberto Montaner es responsable, además de esta recién estrenada edición, de otra de Mío Cid, publicada por la editorial Crítica en 1993. Esta edición en Crítica, también prologada por Francisco Rico, fue el primer volumen de la colección Biblioteca Clásica, dirigida, de igual manera, por Francisco Rico. En 1993 Montaner nos sorprendió por la riqueza filológica de su edición, si bien su aparato ecdótico, en mi opinión, no aportó grandes novedades. En esta nueva edición de 2007, según podemos deducir por las crónicas periodísticas y el elogio de Francisco Rico, Montaner ha enriquecido, si cabe, la explicación filológica de los versos de Mío Cid y profundiza en la lectio del único manuscrito conservado, para lo que ha recurrido a una nueva técnica que combina el vídeo y el microscopio. Todos los filólogos sabemos que en el manuscrito de Per Abat, fechado en 1207 aunque la copia conservada es del siglo XIV, son muchos los folios en los que las manchas- producidas por el deteriorio del paso del tiempo, sumado al uso imprudente de reactivos químicos de los que se sirvieron algunos eruditos- dificultan e impiden la lectura de muchos versos. Parece ser que Montaner ha podido hallar, ayudado por el vídeo y el microscopio, la lectio difficilior de muchos de estos pasajes. Si es así, los desmesurados elogios de Francisco Rico quedarán justificados.
En la web existen, asimismo, muy notables ediciones del Cantar. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedica un portal específico a esta obra, Cantar de Mío Cid. En éste es posible acceder a: una reproducción digitalizada del manuscrito de la Biblioteca Nacional; la edición facsímil que la Biblioteca Nacional preparó en 1961; la transcripción paleográfica de Timoteo Riaño Rodríguez y Mª. del Carmen Gutiérrez Aja y el texto modernizado, dispuesto por los mismos editores. En el portal, además, puede consultarse una selecta bibliografía sobre el Cantar y una muy interesante webgrafía. La edición en Cibertextos de Miguel Garci-Gómez es, también, notable: texto, notas, edición paleográfica, vocabulario, estudios… Pero, sin duda, el proyecto digitalizado más completo sobre la obra lo ha realizado la Universidad de Texas: transcripción con ortografía actual, paleográfica, facsímil, interactiva (las tres anteriores línea a línea), audición con pronunciación medieval y traducción inglesa.
¿Conseguiremos con estas herramientas digitales que nuestros alumnos, desde sus ojos y desde las diferentes ediciones, comprueben la dificultad y sentido de la labor filológica? ¿Seremos capaces de inculcarles el respeto al texto original?
Actualización 27-12-2007. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha publicado un nuevo portal web dedicado a Mío Cid, pero éste con un enfoque puramente didáctico, Aula Virtual Mío Cid: un conjunto de actividades sobre la obra clasificadas por etapas educativas.
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