Ayer tarde tuve la oportunidad de compartir ideas y opiniones con un grupo numeroso de compañeros del IES Antonio Galán Acosta, un centro en el que también yo trabajé.
Estos compañeros decidieron, muy generosamente, prolongar su jornada laboral para poder celebrar este encuentro.Hacía muchos años que no volvía a este instituto en el que permanecí durante 7 años y he podido comprobar que los cambios no son solo externos, en el equipamiento y en las instalaciones, sino también más profundos. He encontrado a un claustro interesado, crítico, comprometido con el cambio y la mejora en la enseñanza.
En fin, quiero desde aquí agradecerles su amable recepción y su amigable acogida. Fue para mí una tarde muy satisfactoria.