Escritura y tecnología

Hace unos días Enrique Dans valoraba un artículo de Clive Thompson, publicado en Wired. Tanto uno como otro concluyen, a partir de los estudios de la profesora de la Universidad de  Stanford, Andrea Lunsford, que, lejos de perjudicar el desarrollo de las destrezas de escritura, escribir en medios digitales contribuye a su desarrollo. La conclusión que ambos extraen parece lógica, ya que si la escritura es una destreza, se progresa en ella, como en cualquier otra, mediante la práctica y la reflexión sobre esa práctica, tanto en medios tradicionales como digitales.

Sin embargo, Enrique Dans aprovecha sus fuentes para cargar contra lo que considera un falso mito: la escritura en chats, foros o mensajes SMS de niños y jóvenes conduce o conducirá a la progresiva pérdida de la habilidad para la escritura y, por tanto, a una sociedad iletrada. Esta conclusión personal de Enrique Dans no puede, en mi opinión, extraerse, al menos directamente, de las fuentes que ha citado: el artículo de Clive Thompson y la investigación de Andrea Lunsford.

Pero esta conclusión a todos- al menos a los profesores de Lengua- nos atañe. No son infrecuentes los lamentos que vinculan la ortografía de nuestros alumnos adolescentes a la práctica constante de escritura de mensajes SMS o en chats o en redes sociales (Tuenti). Desde mi experiencia, debo manifestar que no he percibido ese pernicioso trasvase de errores, abreviaturas, truncamientos… frecuentes en estos mensajes a las prácticas de escritura – del ámbito académico, literario, de la vida cotidiana, etc.- que realizan en mis clases. La razón me parece clara: como cualquier hablante, nuestros alumnos son capaces de manejar diferentes registros de su lengua materna, esto es, varían su discurso- contenidos, procedimientos, técnicas…- en relación al contexto de situación – campo, tenor y modo-, tal como lo describió M.A.K. Halliday.

Más allá de la ortografía, a la que se presta, en mi opinión, excesiva atención, lo que me interesa de la influencia de los medios tecnológicos en la escritura es la aparición de nuevos géneros, que precisan de investigaciones para su caracterización retórica. El estudio de Andrea Lunsford se orienta en esta dirección:

How can we define the scope, nature, and function of writing today, especially when «writing» now includes oral, visual, multimedia, and technology-enriched or even technology-driven components? What can students articulate about their own development as writers, and how is this development related to success in and perhaps beyond college? How do students’ extracurricular writing practices inform their academic writing practices, and development? What kinds of writing instruction and support for that instruction can best enable the development of writing abilities in college?

Lamentablemente, de este estudio de los modos de escritura de los alumnos de la Univesidad de Stanford aún sólo podemos leer conclusiones provisionales. Entre ellas, me ha parecido relevante la progresiva incorporación en sus escritos de elementos visuales:

Y también de presentaciones y páginas web, pero no archivos de audio y vídeo:

Aunque generalizar los resultados provisionales de esta investigación- la limitada muestra se circunscribe a alumnos de la Universidad de Stanford- parece difícil, creo que sí podemos afirmar que las nuevas formas de escritura en las que debemos formar a nuestros alumnos exigen incorporar elementos de diferentes códigos semióticos. En consecuencia, parece claro que se está gestando un nuevo modo de alfabetización- o literacy– en el que ocuparán un lugar muy relevante los textos discontinuos y multimedia.

4 pensamientos en “Escritura y tecnología

  1. Cada vez se escribe más que se habla y mucho más con teclado que a mano.No creo que eso pueda ser malo para la escritura.Como dice Andrea L., al contrario, su práctica contribuye a su desarrollo. Pero también es verdad, que depende de qué se escriba: no es lo mismo escribir un artículo que escribir un correo a un amigo. En este segundo caso, suele escribirse como si se hablara, acercándose más a la oralidad que a las convenciones de la lengua escrita. Quizá, Joaquín, son también un nuevo género escrito, con la inclusión a veces de imágenes ( emoticonos, fotos).Muy alejados de las cartas tradicionales o género epistolar.
    El primer caso creo es bastante menos común en los jóvenes. A mi modo de ver, los textos discontínuos y multimedia han provocado otro tipo de pensamiento: ¿visual? ¿práctico?¿tangible? No sé si contribuye al desarrollo del pensamiento abstracto o no…Un libro en papel con sólo letras no debería faltar en la formación de los chavales.
    En cuanto al lenguaje de los SMS, totalmente de acuerdo contigo. Es más, me encanta ver las ocurrencias para que quepa todo lo que se quiere decir en un solo mensaje ( el x vale (por); pero el xa=para, ¿no es genial?A mi me hace gracia, la verdad.Y cumple fielmente el principio de economía del lenguaje – y del bolsillo- ¿o no?
    S2 y b7s

  2. En fin, no estoy del todo de acuerdo con A. Higuera. En mi opinión, el lenguaje de los SMS, aunque aceptable desde el punto de vista de la comunicación,no es admisible si tenemos en cuenta las normas de escritura de nuestrra lengua. Es verdad que la cultura audiovisual ha revolucionado la forma de comunicarnos, pero, en lo que se refiere a la enseñanza de la lengua castellana,hemos de exigir a nuestros alumnos que se expresen por escrito respetando las normas. Yo al menos así lo hago en mis clases. Incluso cuando intervienen en el blog les corrijo las faltas de ortografía que cometen. De otra manera, el código que emplean los jóvenes a través de los móviles y SMS, aunque cumpla el principio de economía,acabaría dando lugar a una lengua distinta.

  3. Bueno, bueno, mis alumnos no utilizan ese lenguaje en sus cuadernos ni en exámenes ni en nada que no sea un SMS,Al menos en escritos que yo haya visto, ni se lo permitiría y estaría penalizado. Lo que quise decir, y pienso, es que es otro sistema «otra lengua distinta» que ellos saben cuándo usar y cuándo no; no creo que influya o pueda influir de tal modo que nuestra lengua evolucione por otros derroteros dando lugar a otra lengua diferente (ni tampoco me he parado a pensarlo profundamente, la verdad). No le veo demasiada importancia.

  4. Pingback: La escritura desde el punto de vista de los adolescentes « Los docentes y las TICs

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