Otra tarea de escritura

Desde hace tiempo, tengo el propósito de plantear a los alumnos tareas de escritura, esto es, propuestas abiertas, flexibles, complejas,  contextualizadas y funcionales que conecten con la realidad, la vida cotidiana de los alumnos. Entiendo que muchos compartimos que si pretendemos disolver ese profundo hiato que se establece entre el ámbito educativo y el mundo real, próximo a nuestros alumnos, es preciso evitar plantearles ejercicios, a saber, actividades cerradas, uniformes, descontextualizadas, simples y que tienden a la repetición mecánica y automatizada en sus soluciones.

Y en ese camino traslado aquí la última tarea que he planteado a mis alumnos de 3º D. Pero antes de copiar-pegar la página correspondiente de la wiki de aula, debo reconocer mis deudas. Aunque la propuesta surgió tal como se narra en la wiki, después me he dado cuenta de que, en realidad, es una variación de una idea que expuso LU hace un par de meses.

Ayer, en la clase del viernes que dedicamos a intercambiar opiniones y experiencias acerca de los dos capítulos semanales que leemos de  No te laves las manos, Flanagan apareció este fragmento:

No había reparado en ello el día anterior, pero ahora, de cerca, le descubría una belleza casi adulta, a pesar de que era la Carmen de siempre, con sus tejanos ajustados, su pelo negro despeinado y sus botas de caña alta. Tal vez parecía mayor porque la vida le había dado un golpe muy fuerte, de los que te tiran a la lona, y ella había tenido que aprender a encajarlo y levantarse de nuevo. Se había visto obligada a hacer el cursillo «Madure En Cinco Segundos», y lo había aprobado con nota.

A raíz del fragmento hablamos sobre la vida como un cúmulo de experiencias, un acervo personal, que nos permite crecer, cambiar, madurar… Y, simultáneamente a este comentario del texto, vuestro compañero David me recordó que en esta semana no os había propuesto una tarea de escritura. Como visteis en clase, no fue difícil relacionar el texto, la petición de David y una nueva tarea de escritura: el relato de una experiencia que os haya cambiado como personillas. Ya que algunos sois, con justicia, muy celosos de vuestra intimidad, desechamos que escribierais sobre vuestro primer beso. En consecuencia, acordamos que la propuesta sería menos (mucho más) íntima: los sentimientos, pensamientos, emociones… que habéis experimentado cuando sentisteis y comprendisteis la muerte de un ser vivo cercano y no necesariamente una persona, también un animal de compañía.

Como modelo, esbocé en clase el relato de esa experiencia,  vivida por mi hijo hace unos años. Ahora, con más espacio, os facilito esa narración:

Gonzalo en los días de Navidad recibió un fantástico regalo: un pequeño pollo amarillo. Aunque, como todos los niños de su edad, disfrutaba con juguetes tecnológicos, lo cierto es que en aquellos días el pollito, al que llamó PíoPío, se convirtió en su amigo inseparable. A Gonzalo le sorprendía y alegraba sobremanera que PíoPío acudiera de inmediato a su llamada y lo siguiera como un perrillo fiel. El polluelo amarillo lo perseguía, aleteando y piando, por toda la casa e incluso se atrevía fuera de ella. Gonzalo le dedicaba tiempo a su alimentación y cuidado, y también, por supuesto, se prodigaba en cariños: besos, caricias, susurros… Cada noche, Gonzalo tomaba a PíoPío y, con sumo cuidado, lo depositaba en una jaula enorme,  colocada en su habitación, junto a su propia cama. La jaula de PíoPío la había acondicionado para su descanso. Su fondo estaba cubierto de un mullido serrín, que cambiaba regularmente e incluso en un rincón Gonzalo le había preparado su cama: entre dos blancos copos de algodón envolvía y arropaba a PíoPío. Cada mañana, tan pronto como despertaba, las pimeras miradas de Gonzalo se dirigían a PíoPío, que parecía reconocerlo con su aleteo y piar.

Sin embargo, en una de esas mañanas navideñas PíoPïo no reaccionó. Gonzalo se sorprendió, saltó de la cama y abrió la jaula. Desenvolvió los copos de algodón y comprobó que PíoPío había muerto. Y lloró, lloró… con gran desconsuelo hasta el hipido. Su padre y su madre trataron de consolarlo, pero no había palabras ni caricias que lo aliviaran. Había entendido el significado de la muerte: nunca más podría volver a divertirse con PíoPío. Ese sentimiento de pérdida lo dominó durante varios horas, días, semanas…

No obstante, luchó contra ese dolor. Quiso conservar la memoria de los días felices. Dibujó a PíoPío y en el reverso, le escribió una nota de despedida; recuperó una antigua foto que le había hecho con su consola portátil NDS y la imprimió en papel fotogrático. Esa foto y su dibujo le acompañan cada día, junto al cabecero de su cama. Y pese a los años transcurridos, aun hoy no quiere que nadie difunda ni viole su memoria, ese dulce dolorido sentir.

De hecho, me ha prohibido que relate su experiencia y que publique la foto de PíoPío. La que acompaña este texto está extraída de internet, algo que vosotros hacéis con frecuencia.

Ya os lo dije en clase: se trata de un ejercicio de introspección. Debéis reflexionar sobre lo que sentisteis, hicisteis, pensasteis… cuando os enfrentasteis a una situación similar. En verdad, yo no he querido profundizar en el modelo de PíoPío sobre esas emociones: tristeza, llanto, desconsuelo, incomprensión, dolor, impotencia, furia… que pueden sentirse en el momento de reconocer esa muerte. Ni tampoco sobre los días posteriores: desprotección, fragilidad, inseguridad, pérdida, abandono… La razón, además de respetar los deseos de Gonzalo, es evitar que sigáis demasiado cerca ese modelo.

Para terminar, como lo que se trata es de expresar sentimientos y emociones, os recomiendo que consultéis un diccionario ideológico y otro de sinónimos.  Podéis comprobar la información tan diferente (y ambas muy útiles) que os devuelven si consultáis, p. ej, la palabra tristeza:

Dos humildes prácticas de escritura

En las últimas semanas he leído un par de compartidas observaciones, escritas por compañeros a los que respeto y admiro. En uno de los artículos, que Patxo Landa titulaba Slow 2.0, se defendía una visión más realista de la incorporación de la tecnología informacional al aula. Me parece que muchos somos- desde luego, no es el único- los que compartimos esta idea suya:

No soy el único que tiene la sensación de que esto va demasiado rápido y de que estamos falseando la realidad al presentar como modelos, tanto experiencias redondas en largos proyectos multitodo como profesores capaces de innovar y crear continuamente material digital […]

Un comentario similar podía leerse en un artículo de  Miguel Calvillo. En este segundo artículo reclamaba unas estrategias y propuestas de actividades de dinamización de la lectura y escritura, menos efectistas y más efectivas:

efectivamente hay muchas propuestas, pero muchas de las propuestas de lectura y escritura […] suelen tender a dos defectos marcados: una excesiva dependencia de los textos literarios o paraliterarios y una confusión de las buenas prácticas con las prácticas llamativas, estéticas o espectaculares. Todavía son de esperar muchas aportaciones de lectura de textos literarios cuyas enseñanzas son sin duda provechosas y muchas prácticas espectaculares cuya simple existencia llena de asombro y de gozo, pero no estaría de más que fueran menos y se dejara un hueco a las prácticas humildes y efectivas, dos cualidades demasiado olvidadas últimamente.

Por ello, amparado y defendido por las opiniones de tan ilustres colegas, me veo autorizado a difundir un par de prácticas de escritura humildes y -me parece- efectivas.

Este curso, como el pasado y a partir de esa experiencia anterior, he habilitado un wiki- en construcción, lógicamente- para el trabajo de aula de mis alumnos, también, de 3º ESO D. Después de practicar variaciones (orales y escritas) a partir del modelo de Cortázar Instrucciones para subir una escalera, práctica ya contrastada en cursos anteriores, me decidí, inspirado por el modelo Patxo Landa expuesto en su artículo, a proponer una práctica de escritura funcional y polivalente a la que he llamado Dedos.

Se trata, como puede vislumbrarse en la imagen y en el enlace, de una propuesta abierta en la que se da libertad al alumno- un aspecto básico (creo) en tareas funcionales- para componer un texto en el que se contrasten las dos imágenes (el dedo de Dios y el dedo de Mourinho); o bien se desarrolle un monólogo interior a partir del rostro impertérrito del delegado del Barcelona (con posibilidad de versión audiovisual);  o bien se invente un diálogo educado y correcto entre los dos entrenadores, o, por último, se describa, artísticamente, la imagen del fresco de  Miguel Ángel. Las respuestas y soluciones de mis alumnos han sido, como es obvio, dispares, en sus elecciones y, lógicamente, en sus calidades.

Pero, al menos, ha servido para reenfocar el trabajo en la materia. Ya han tomado conciencia- eso espero- de que en clase de Lengua castellana lo que vamos a hacer es reflexionar- les digo que las clases de Lengua son «de pensar»- sobre el conocimiento interior que atesoran en sus mentes acerca de su lengua materna y, además,  aplicar ese conocimiento para producir y manifestarse sobre hechos y acontecimientos cotidianos.

En la tarea de escritura planteada hoy he insistido sobre esta línea. Deben componer un breve relato, también a partir de imágenes. Con el fin de incorporar su experiencia a la tarea, les he propuesto- y ha causado un cierto alboroto- que tomen una o varias fotografías de una (o unas) persona desconocida, que van a convertir en protagonista(s) de ese minicuento,  o bien pueden hacerlo a partir de las imágenes y retratos que les ofrece una página.

En fin, como decía más arriba, se trata de dos humildes propuestas que cualquier profesor- sin conocimientos técnicos previos- puede realizar y que permite, de modo más o menos efectivo, trabajar sobre competencias básicas varias; hablar y usar lo que sucede fuera del aula (hoy iban a fotografiar a gente que pasaba cerca del centro…);  acreditar las habilidades y capacidades expresivas y técnicas de mis alumnos; facilitar la interacción tanto dentro como fuera del aula entre alumnos y profesor,  etc.

Experiencias en el curso 2010-11

Comoquiera que el próximo curso está próximo a comenzar, parece llegado el momento adecuado de reflexionar públicamente sobre algunas de las prácticas realizadas en el curso anterior con el fin de tomar decisiones en relación al nuevo curso. O si se prefiere que lo exponga en jerga abstrusa,  voy a ensayar en este artículo año algo similar al  método ALACT, en dirección hacia un modelo de formación de Práctica Reflexiva.

Es mi propósito que estas reflexiones, más bien divagaciones mías, puedan ser útiles a otros compañeros, que quizás hayan pensado transitar por caminos similares.  Asimismo, parece claro, tal como nos dice Antonio Solano, que en el camino de implantación de las tic en la educación formal una de las fases es la «difusión» que facilite el «efecto ventilador» o contagio entre colegas que comparten redes de información.  Sin más preámbulos, comienzo mi exposición.
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Sobre Twitter

 

El curso pasado me decidí, tras comprobar que personas a las que respeto- personal y profesionalmente- usaban regularmente Twitter, a explorar esta herramienta, venciendo varios prejuicios. Recuerdo que me sorprendía, ya en 2009, su fulgurante éxito en el mundo educativo. El mayor de mis prejuicios obedecía, , aunque desde TweetDeck, recientemente, puede salvarse esta limitación, a los 140 caracteres. ¿Es posible transmitir información relevante en tan reducido espacio? Reconozco que no soy usuario de SMS y que cuando, por la ortografía, discuto en clase con los alumnos sobre el asunto, los argumentos que ellos esgrimen en favor del coste del SMS frente a la simple llamada telefónica, nunca me han parecido de peso. De hecho, según informaciones recientes, los ingresos de las operadores de telefonía por SMS están en retroceso, al ser sustituidos los SMS  por las aplicaciones para el chat de los smartphones.  Esta tecnología, en mi opinión,  lo que facilita es una comunicación híbrida entre lo oral y lo escrito (nueva oralidad, oralidad escrita), que nuestros alumnos exprimen con pasión. Quizás mi prejuicio sobre Twitter tiene que ver con los «riesgos» de esta nueva oralidad.

De otro lado, no es mi propósito- queda lejos de mi competencia- evaluar el uso de Twitter para la comunicación y organización de personas (revueltas del mundo árabe, 15M…), esto es, como eficaz instrumento para las estructuras y agrupaciones sociales. Ciertamente,  gobiernos autoritarios e incluso democráticos, como el británico, han planeado y/o bloqueado este y otros servicios de redes sociales, lo que pone de manifiesto que estas herramientas pueden estar al servicio de una democracia participativa y representativa. Lamentablemente, también, como cualquier otra herramienta, puede usarse para la represión y vigilancia policial.

Pero vuelvo al punto de partida: una pequeña reflexión a partir de mi experiencia- limitada al uso profesional- como practicante de Twitter. Entiendo, como usuario de blogs,  que básicamente  Twitter es un servicio de microblogging. La relación entre los servicios para el blog y para el microblog se presentó, por el vertiginoso y vortiginoso crecimiento de estos últimos, como conflictiva e incluso incompatible, hasta el punto de que algunos predijeron, erróneamente, la muerte de los blogs. No obstante, aquellos blogueros que escribían entradas que se reducían a un mínimo comentario y la recomendación de un enlace (sitio web, vídeo, etc.) encontrarían en Twitter el espacio idóneo para ese tipo de comunicación. No he practicado este tipo de entradas, de modo que supongo que es otra de las razones que me impedían reconocer la utilidad de Twitter.

Y considero hoy que Twitter es un elemento relevante dentro de un entorno personal de aprendizaje (ple). Sin embargo, junto al dulce trinar o gorjeo de muchos tuiteros que comunican, desde mi punto de vista, con sentido y de modo pertinente, esto es, tienen en cuenta cuáles son sus seguidores y qué información les puede resultar relevante, aparecen en Twitter no gorjeos sino exabruptos, ruidos (¿al modo del gay-trinar de Machado?) que dificultan y, a veces, impiden una correcta lectura y seguimiento. A algunos de estos ruidos me referiré a continuación. Probablemente, estas- para mí- objeciones del servicio no sean para expertos tuiteros sino ventajas de la herramienta. Quizás sea así, pero, a día de hoy, desde mi bisoñez,  son usos que no comprendo.

Es frecuente que los tuiteros sean asimismo blogueros. En consecuencia, cuando publican alguna entrada en sus blogs, se hacen eco de ello mediante un mensaje con el enlace oportuno en Twitter. Es incuestionable que es un uso legítimo: recomendar un enlace, en este caso propio. Lo que no llego a descifrar es la razón por la que ese mensaje en Twitter- la recomendación a un artículo propio en un blog- se repite con una periodicidad breve y fugaz, cada pocos minutos u horas y durante varios días. Si la justificación es que sea recibido por el mayor número posible de seguidores que se conectan a Twitter incluso esporádicamente, mi respuesta es que en el PLE, junto a Twitter, cualquier profesor debe recibir información a través de un servicio de lector de RSS. Me parece fuera de duda que Twitter por su fugacidad e inmediatez no puede reemplazar a un lector de RSS. Por consiguiente, la repetición machacona de un artículo propio en un tuiteo produce fastidio, enojo y, desde luego, es poco elegante. ¿Por qué no sucede lo mismo- esa repetición pertinaz- con otros enlaces recomendados?

La inmediatez, una de las ventajas de Twitter, se ha usado, en el ámbito de mi timeline, para transmitir una minicrónica de cualquier reunión o congreso educativo-tic que tanto abundan. Desde mi experiencia, no se consigue el objetivo: comunicar a tus seguidores  las impresiones directas del asistente tuitero a la reunión. Estos tuiteos o bien se multiplican de manera inconexa- una de las desventajas de Twitter es la discontinuidad pese a los hashtags– o bien se limitan a indicar que el ponente comienza o cierra su intervención. Incluso en alguna reunión los tuiteos de los asistentes se publicaron simultáneamente, mediante proyector, a la exposición del ponente, lo que, parece ser, produjo distracciones e incomodidades por falta de respeto a la netetiqueta. A ello se une que es, asimismo, muy frecuente que estas reuniones puedan ser seguidas en vídeo por streaming, de tal modo que no parece necesaria la figura del minicomentarista interpuesto.

Por último, pese a que no es un servicio de chat, se practica muy frecuentemente- de nuevo, trinos inútiles- un intercambio de emociones o pensamientos que sólo afectan a los participantes en ese diálogo. No alcanzo a adivinar por qué una conversación privada se hace pública, dado que Twitter dispone de la opción del mensaje directo (DM). En este punto, me he dado cuenta de que en los últimos tiempos el concepto de privacidad e intimidad ha evolucionado.

Con mis alumnos adolescentes, he reflexionado y reflexiono sobre ello. Hace unos años mis alumnos quisieron invitarme a Tuenti. Rechacé su propuesta porque, les dije, entendía que debía ser un espacio propio y exclusivo para ellos, como adolescentes, aunque sé que algunos compañeros- les felicito por ello- explotan Tuenti desde un punto de vista educativo. Sin embargo, este curso mis alumnos de 2º de Bachillerato  y de otros niveles se empeñaron en comunicar conmigo desde las redes sociales (parece claro que evolucionamos hacia una enseñanza semipresencial), y no pude negarme. Me enviaron solicitudes de amistad en Facebook- que sólo usaba como «rebote» de Twitter- que autoricé y, poco después, denegé. La razón era que aparecían en mi muro, lógicamente, imágenes de mis alumnos que a mí me parecían privadas. Incluso algunos estados norteamericanos, Virginia y Missouri, han dictado normas para limitar las comunicaciones en redes sociales entre profesores y alumnos. Pero mis alumnos no escucharon las razones por las que rechacé o revoqué sus solicitudes de amistad de Facebook: parece que sólo entienden como privadas las imágenes de contenido sexual. Así pues, tuve que resignarme y readmitirlos en Facebook. Por cierto, también la limitación de espacio en los mensajes de  Facebook me ha constreñido en más de una ocasión, aunque en este servicio existe la posibilidad de un mensaje más largo que denominan nota. Debo ser uno de los usuarios de Facebook que, proporcionalmente en relación a los mensajes, hace un uso más intenso de las notas.

En fin, espero que estas observaciones mías no sean malentendidas. Estoy convencido de que Twitter o/y otras redes sociales van a ser- están siendo ya- muy útiles en el ámbito profesional y en el mundo educativo, que- repito- camina hacia la modalidad semipresencial; pero (quizás por mi formación y edad) estos- y otros- aspectos señalados del uso de Twitter no aportan beneficios, desde mi punto de vista. En todo caso, estaría encantado si algún lector tuitero de esta entrada, más experto que yo, me hiciera ver que estas desventajas no lo son en modo alguno.

 

 

Módulo II de Escuela Tic 2.0

En el curso pasado 2010-2011 fui el responsable de impartir en el CEP de Córdoba el Módulo II, en la especialidad de Lengua castellana y Literatura, del proyecto Escuela Tic 2.0, denominación que recibe en Andalucía la incorporación al aula de las tecnologías de la información y la comunicación con el modelo 1×1 de miniportátiles para los alumnos y con conexiones wifi y pizarras digitales, en todos los centros educativos para 1º y 2º de ESO.

El Módulo II, diseñado por la administración educativa (Dirección General de Profesorado y Gestión de Recursos Humanos), corresponde al nivel intermedio de formación del profesorado que se incorpora al proyecto y se configura como un curso semipresencial, esto es, del total de horas de formación el 45% corresponden a seis sesiones presenciales de tres horas cada una. Como consecuencia, se nos indicó que diseñáramos un blog como soporte no presencial del curso.  Por cierto, no me parecía entonces- ni ahora- que la herramienta del blog fuera la más idónea para la estructura y contenidos del curso; pero todo apunta a que el blog se entiende, a menudo,  como sinónimo de sitio web educativo  universal y polivalente. Como es fácil advertir, el blog que yo construí (Módulo II. Lengua castellana) viola algunas de las características inherentes de un blog: la periodicidad en la publicación y el orden cronológico de las entradas. De hecho,  tuve que violentar el diseño prototípico de un blog en beneficio de una estructura más estática del sitio web, tal como requerían y exigían los contenidos y  la organización de esta actividad formativa: las entradas de este blog aparecen sin fecha; sólo es visible una entrada en la página principal; hice uso de las etiquetas para organizar en capítulos (cada una de las sesiones) los contenidos y utilicé las páginas estáticas, que aparecen como pestañas superiores bajo el título del blog,  para incorporar el diseño didáctico, realizado- repito- por la administración educativa, de cada clase.

En las dos primeras sesiones del curso  se trabajan, amén de una introducción a las aplicaciones didácticas de la web 2.0, dos herramientas: mapas conceptuales y presentaciones. Asimismo, las sesiones y pueden considerarse  un minicurso-taller sobre Wikispaces. No obstante, procuré que el foco de nuestro interés y atención no estuviera tanto en el manejo y dominio de  estas herramientas digitales como en el uso directo en el aula y potencialidad educativa de las mismas.

Quizás de mayor interés para un profesor de Lengua castellana sean las sesiones y 4ª. En la tercera, junto a unas recomendaciones para la adaptación al trabajo en un aula digital y para la búsqueda de recursos educativos en los buscadores, se ofrece información para  la personalización «lingüística» de la barra de herramientas de Firefox. Asimismo, con cierto detalle, se describen los recursos educativos- de tan elevado número como calidad-, alojados o vinculados (a algún portal o proyecto), del ITE.

En la cuarta sesión se clasifican los recursos digitales para Lengua castellana y Literatura  en dos categorías: sitios institucionales y sitios personales. En Sitios institucionales se pasa revista a instituciones que alojan, difunden, crean, clasifican … recursos como Educared, Cuadernalia, comunidades autónomas o editoriales escolares. En Sitios personales se recogen- y elogian- los sitios de colegas como Eduardo-Martín Larequi, Ana Romeo y Lourdes Domenech, Francisco Javier Cubero, Víctor Villoria…

Decía más arriba que los materiales de estas dos últimas sesiones descritas (la 3ª y la 4ª) podrían ser útiles e interesantes para los profesores de Lengua castellana. La razón es simple. Pretenden satisfacer la habitual demanda  de dónde comenzar a buscar recursos digitales para incorporarlos al aula. Las entradas de esas etiquetas pueden contribuir a atender esa, a veces, imperiosa e incluso desorientada solicitud de nuestros colegas cuando piden ayuda para navegar en los mares digitales educativos.

Por último, aunque no sé si este año volveré a usar estos materiales, puede observarse que en varios artículos del blog hay notas e hipervínculos algo descontextualizados, pero que están incorporados al artículo para una eventual actualización, tan necesaria y obligada en la documentación digital. No es necesario declarar que será bien recibida cualquier aportación u observación destinadas a completar o colaborar en esa actualización.

 

Nota sobre El miserere de Bécquer

Como decía en la entrada anterior, este curso regreso a 4º de ESO. Los alumnos de este nivel tienen como lectura obligatoria en el primer trimestre varias Leyendas de Bécquer. Pese a la dificultad de vocabulario que presentan, lo cierto es que, por su extensión y relativa complejidad narrativa (juega con diferentes voces narrativas Bécquer en sus relatos y con la división en secuencias que suelen marcar saltos temporales, espaciales y/o de voces narrativas), me siguen pareciendo, por supuesto, una buena lectura de introducción al Romanticismo:

a) La búsqueda frustrada y descorazonadora, bien del amor imposible (El rayo de Luna) o bien de la perfección en la obra artística (El miserere) o de ambas (Manrique, amante-poeta,  en El rayo de Luna), que conduce a la muerte o la locura o a ambas (Manrique, el romero de El Miserere, Alonso en El Monte de las ánimas, Maese Pérez);

b) los paisajes naturales turbulentos y misteriosos (noche, claustros en ruinas,  cadáveres que cobran vida..), compañeros del tormento del alma de los protagonistas.

c) la transformación (y recuperación) de narraciones y paisajes nacionales;

d) los personajes femeninos fascinantes, pero también perversos (Beatriz en El monte de las ánimas);

e) el desafío a las tradiciones y normas (Fernando de Argensola en Los ojos verdes);

f) etc.

Pero también una excelente herramienta para el desarrollo de su comprensión lectora en un nivel inferencial y apreciativo. Mis alumnos se quejan de que en cursos pasados se limitaban en las clases de lectura a realizar lecturas literales primarias, por lo que penetrar en esos otros niveles de comprensión lectora les resulta difícil. En consecuencia, cada jueves la clase se convierte en un diálogo (aunque me temo que,hasta ahora,  dirigido en exceso por mí), respecto a los personajes, motivaciones, temas, ideas románticas… del relato de la semana con el fin de que realicen inferencias para llegar a conclusiones más o menos fundadas que sustenten una interpretación de la leyenda becqueriana.

Y en este esfuerzo todos, sin duda, aprendemos. En realidad, el motivo de esta nota es una inferencia sobre la que me gustaría que mis compañeros literatos – yo soy más bien lingüista- reflexionaran 1. Para preparar la clase sobre El  miserere se me ocurrió acompañar al texto en la clase de dos documentos externos:

a) El texto traducido del Salmo LI bíblico, cuyo sentido coincide con la búsqueda del personaje principal: una obra artística (un precioso canto), hermosa y digna del perdón divino, de tal manera que le permita (al rey David o al romero de Bécquer) expiar su culpa o crimen.

b) La interpretación musical- escucharon unos 5 minutos- de El miserere de G. Allegri por The Sixteen, una hermosísima composición, merecedora de los afanes del romero (o peregrino) del relato de Bécquer.

Y este segundo documento nos permitió penetrar en algunos detalles del relato. Me parece plausible que Bécquer,  aficionado a la música, tuviera noticia de la peripecia de esta pieza de Allegri: una pieza oculta durante más de un siglo por los celosos papas de Roma que impedían su difusión y publicación bajo pena de excomunión, pero que un portentoso niño de 12 años, llamado Mozart, fue capaz de copiar y transcribir en partitura escuchándola una sola vez2. Y este detalle está directamente relacionado con el tormento del romero, incapaz de reproducir en el papel esa música celestial interpretada por cadáveres que habían vuelto a la vida, incapacitado para emular la hazaña de Mozart :

-Lo voy a escribir. Dadme un asilo en vuestra casa -prosiguió dirigiéndose al abad-; un asilo y pan por algunos meses, y voy a dejaros una obra inmortal del arte, un Miserere que borre mis culpas a los ojos de Dios, eternice mi memoria y eternice con ella la de esta abadía.
Los monjes, por curiosidad, aconsejaron al abad que accediese a su demanda; el abad, por compasión, aun creyéndole un loco, accedió al fin a ella, y el músico, instalado ya en el monasterio, comenzó su obra.
Noche y día trabajaba con un afán incesante. En mitad de su tarea se paraba, y parecía como escuchar algo que sonaba en su imaginación, y se dilataban sus pupilas, saltaba en el asiento, y exclamaba: -¡Eso es; así, así, no hay duda…, así! Y proseguía escribiendo notas con una rapidez febril, que dio en más de una ocasión que admirar a los que le observaban sin ser vistos.
Escribió los primeros versículos y los siguientes, y hasta la mitad del Salmo, pero al llegar al último que había oído en la montaña, le fue imposible proseguir.

Evidentemente, el final de la leyenda de Bécquer es muy romántica: el romero muere loco en su intento de alcanzar la perfección artística y el narrador en 1ª persona del relato, que declara ser lego en notación musical, es incapaz, por tanto, de descifrar el enigma (la visión del arte inalcanzable y misterioso, ajeno a la razón) que encierra el manuscrito polvoriento que dejó en la abadía el romero.


NOTAS

1. En las ediciones de las Leyendas de Bécquer que he consultado no he visto ninguna referencia a la hazaña-anécdota de Mozart.

2. Por cierto, pese a lo extraño de la historia (memorizar una composición vocal de unos 10 minutos), según mi compañero de música no es imposible y mucho menos para un genio como Mozart.

Guía de lectura sobre Huida al Sur, de Juan Madrid

Como soy un fervoroso creyente- de lo que poco en que creo- del compartir en red, en que se apoya la web 2.0, del mismo modo que soy consciente de que, de internet, siempre recibiré más de lo pueda entregar, o si lo preferís con la cita de Antonio Machado, estoy convencido de que :

En cuestiones de cultura y de saber, sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da.

He recordado, en estos días en que vuelvo a impartir clase en 4º de ESO después de un par de años, que tenía en el disco duro una guía de lectura de una novela reciente de Juan Madrid destinada al público juvenil, Huida al Sur. Aunque, evidentemente, no se trata de una obra maestra, sí me parece una lectura recomendable para alumnos adolescentes: entre otras razones, por una que me parece fundamental para nosotros como profesores de Lengua castellana, se trata de una novela que leen con interés y relativo placer.

Asimismo, os inserto una entrevista que algunos de estos alumnos míos de 4º de ESO realizaron al propio Juan Madrid en una visita al centro.

Aprendizaje por proyectos curso 2009-2010

En la entrada anterior recogía, admirado, algunos de los vídeos que los alumnos de mi centro producen de manera autónoma. En esta entrada mostraré otros vídeos; pero, en esta ocasión, son el producto final (e instrumento de evaluación de la materia) de un proyecto realizado por mis 30 alumnos de 4ºE de Latín.
En relación al aprendizaje por proyectos o la concepción de la enseñanza por proyectos, recomiendo la visualización de la entrevista al profesor Fernando Hernández, que se inserta más arriba, en la que subraya algunos de sus principios:  la imaginación pedagógica, la consideración de los alumnos como sujetos, el aprendizaje colaborativo  e interdisciplinar, la clase como un laboratorio donde se construyen experiencias de aprendizaje, el principio de incertibumbre, el vínculo y relación con los alumnos…

Pero como el vídeo fue la tarea final, es conveniente que con algún detalle explique, en reconocimiento a los alumnos de este grupo (a los que yo motejaba con la expresión sois un caso) y quizás en interés de algunos de los lectores de este blog que puedan aprovechar esta experiencia, el proceso que condujo a esos resultados.

La materia de Latín en 4º de ESO cuenta con tres horas lectivas semanales. Dos de ellas las dedicaba casi exclusivamente a la enseñanza de la lengua latina apoyándome en Familia Romana de Hans Orberg, de manera que la tercera y última, habitualmente, la dedicábamos a la cultura clásica. En esas clases de civilización romana – relacionadas con el contenido de las unidades del método Orberg- combinaba las técnicas expositivas, más o menos participativas, apoyadas en mapas, vídeos o presentaciones con la metodología de aprendizaje por proyectos. Durante esa hora en el último trimestre mis alumnos desarrollaron un proyecto (un vídeo sobre los monumentos romanos de la ciudad de Córdoba), para el que, en parte, los había preparado con un proyecto anterior del primer trimestre. Las entradas bajo la etiqueta instrucciones del blog de clase recogen las diferentes instrucciones y tareas preparatorias, que sintetizaré a continuación.

En primer lugar, debían documentarse sobre el monumento que habían elegido mediante un comentario en la entrada del blog donde se explicaba el sentido del proyecto final. En esta fase de documentación debían usar tanto fuentes digitales como impresas. Como primera tarea posibilitadora, debían insertar la imagen del mapa conceptual, elaborado con CmapTools, que organizara los contenidos extraídos de las fuentes en un plazo prefijado. Por cierto, algunos entendieron, erróneamente, que sería mejor valorada la entrada que contuviera un mayor número de mapas conceptuales. De nuevo, apareció su concepción de la gratificación inmediata y proporcional al esfuerzo y trabajo desarrollados.

La segunda tarea consistía en la fase de documentación gráfica. Como se habían documentado previamente sobre el monumento que debían visitar, se entiende que la selección de imágenes (fotos) del monumento estaría guiada por el filtro de esos conocimientos estructurados en el mapa. Desde el punto de vista técnico, ninguno planteó dificultad alguna para hallar imágenes en internet, así como disparar fotos al monumento romano que debían visitar, ni tampoco para insertar un diaporama con Picasa en el blog (lo habían practicado en un proyecto anterior). Sí tuvieron algunos dificultades para localizar el monumento en su ciudad (desconocían la calle y/o zona), lo que, sin duda, apoya la necesidad de construir un aprendizaje funcional, un conocimiento vinculado a su entorno y operativo, útil y práctico. No obstante, en algunos casos apareció otro de los rasgos de nuestros estudiantes: su elevado narcisismo. Puesto que les había pedido, como prueba de la visita, que en algunas fotos aparecieran ellos mismos, algunos interpretaron que lo que se les pedía era un reportaje turístico del monumento:

La tercera y última tarea consistía en la presentación del proyecto en un vídeo. Para ello, lógicamente, debían integrar en un guión la información extraída de las fuentes documentales con las imágenes, propias y ajenas, del monumento que explicaban y describían. En esta última tarea sí se movían con mayor dificultad. De hecho, en un proyecto anterior habían preferido montar las imágenes en un powerpoint y mediante un proyector realizar una exposición oral, que yo registré en vídeo, apoyada en esas imágenes. Sin embargo, en esta oportunidad, salvo un grupo – los alumnos, como obliga la disposición de un centro tic, se agruparon durante todo el curso en parejas-,  el resto de la clase (14 parejas, 28 alumnos) presentó un vídeo, que incrustaron en el blog en el plazo prefijado. La mayor parte usó, tal como les recomendé, una herramienta muy simple, Jing.  Es un programa gratuito- ¡lástima que sólo haya versión para Windows!- que, como capturador de pantalla en vídeo, les permite sincronizar, sin obstáculo alguno, audio e imágenes. Para la grabación del audio se les facilitaron unos auriculares que incorporan micrófono, que ya habían usado en una práctica-un proyecto del primer trimestre- con Audacity y Animoto. Otros, con más habilitades tecnológicas, usaron programas de edición de vídeo. Gracias a ello, pude descubrir a otro alumno, tímido y retraído, con canal en Youtube que, al modo de los personajes de Yamakasi, practica el parkour.

De otro lado, como las tareas posibilitadoras, la tarea final fue evaluada mediante una rúbrica o matriz de evaluación. Pero más allá de su valor académico, lo que entiendo incuestionable es que esta metodología o concepción de la enseñanza p
or proyectos facilita el desarrollo de múltiples competencias: competencia en comunicación lingüística (debían desarrollar un guión), competencia digital, competencia social y ciudadana (este proyecto les ha servido para valorar su propio patrimonio e incluso reivindicar- con éxito diferente- el libre acceso a los restos si éstos se hallaban en lugares privados), competencia cultural y artística (me parece que la mayoría ha aprendido a reconocer los restos arqueológicos como valiosos testigos de su pasado) y, por supuesto, su competencia para aprender a aprender y de autonomía e iniciativa personal: han desarrollado un aprendizaje autónomo, colaborativo y autorregulado.

Más allá de la jerga psicopedagógica actual, todos- creo- reconocemos que aprendemos de la experiencia, de tal manera que si, en el aula y fuera de ella, generamos nuevas experiencias en nuestros alumnos su aprendizaje es mucho más fácil, productivo y superador de los límites academicistas.

Para finalizar, inserto uno de los vídeos realizados con Jing. No es el mejor- de hecho, contiene varios errores en la descripción del monumento-, pero lo relevante de esta muestra es que la alumna trató de comprender un fragmento de la realidad que veía y de transmitir esa información de manera natural:

Actualización 8-9-2010. Una versión de esta entrada, con el título Proyecto: Monumentos romanos en la ciudad de Córdoba se ha publicado en la revista Philópolis del mes de julio de 2010.

Vídeos de alumnos del siglo XXI

Vídeos, como el que he insertado más abajo, o informes oficiales de la OCDE sobre los NML (New Millenium Learners), del que proceden los gráficos y citas de este artículo, nos comunican algo, de otro lado, evidente:

a) El grado de penetración de la tecnología en la vida cotidiana de niños y adolescentes es muy alto y evoluciona a gran velocidad.

b) Pese a que en los centros escolares existe conexión a internet de banda ancha, no se hace uso de esta tecnología como recurso educativo en el aula.

De
De OCDE

c) Como pone de manifiesto el vídeo así como el propio informe de la OCDE, existen barreras entre las motivaciones e intereses de los alumnos, sus expectativas para el aprendizaje,  y las prácticas educativas en el aula:

De OCDE

De OCDE

¿Por qué existe este desequilibrio entre prácticas educativas en el aula y expectativas de los alumnos? La respuesta es compleja, pero creo que una de las causas obedece a las técnicas de enseñanza-aprendizaje que usan los profesores. Aunque reconozco que lo que sigue es una simplificación excesiva de las prácticas
docentes, me resulta útil para ilustrar un estado general que describo a continuación. El conocimiento ha de estar organizado en una estructura (el tema),  al que accede el alumno por medio de la exposición del profesor y queda acreditado su aprendizaje por medio de la reproducción (y, raramente, aplicación) de lo memorizado en una prueba escrita.

Pese al fracaso educativo, lo cierto es que el profesorado deposita su confianza en este modo de enseñar y desconfía- peso de la tradición, incertidumbre, etc.- de otro tipo de procedimientos, de los que tiene noticia e incluso ha ensayado en algunas ocasiones, pero que no considera verdadero aprendizaje, el modo correcto de enseñar.

d) Aunque aún no sabemos mucho, parece claro que el uso de estas tecnologías desarrolla diferentes habilidades cognitivas en los alumnos:

Throughout the years, their use in formal and informal settings has been related to training or effects on memory skills, attention, executive functions such planning and strategy use, language, thinking and visual-spatial skills.

La cuestión es que el alumno desarrollará estas habilidades en un aprendizaje informal, fuera del espacio educativo; no obstante, como también nos indicaba una investigación francesa, por esa distancia entre la vida cotidiana del alumno y el aula, no se produce la aplicación de esos saberes fuera del espacio del ocio: los alumnos «are not able to transform their private technology practices into professional assets».

Y estos alumnos- quizás alguien piense que están lejos de las aulas españolas- son los que acuden a diario a nuestras clases, en centros ordinarios, públicos, situados en barrios de clases trabajadoras, como el mío. En realidad, ése es el motivo real de este artículo. Más abajo, he insertado un par de vídeos, como simples muestras, de las actividades digitales de nuestros (mis) alumnos en sus momentos de ocio.

El primero ha sido realizado por alumnos de 2º de Bachillerato. Estos alumnos, que como el resto de sus compañeros, no tienen por costumbre estudiar los fines de semana, escriben en un blog sobre la actualidad musical (pese a que uno de sus administradores, en 4º de ESO, aún desconocía el uso de los procesadores de texto) y publican vídeos en su canal de Youtube a modo de parodias o interpretaciones de canciones mediante el playback  (lipdub).   En términos de Lawrence Lessig, es una clara manifestación de la cultura de la remezcla (remix culture).  Este vídeo que inserto ha registrado en poco más de cinco meses más de 95.000 reproducciones:

El segundo vídeo corresponde a una alumna de 4º de ESO. A diferencia de sus compañeros, trabaja sola, aunque ha publicado en su canal un número alto de producciones variadas sobre poemas, palabras, fiestas con amigos, señas de identidad… En fin, usa el vídeo como un medio de expresión personal.

Como conclusión, es evidente que los alumnos del siglo XXI ya han llegado, están aquí. ¿Cuánto tiempo tardaremos, desde las aulas,
en aprovechar, explotar  esas habilidades para la mejora de su aprendizaje? No obstante, quizás pronto nos dirijan, como a Catilina, a modo de jaculatoria desesperada: Quo usque tandem abutere, magistri, patientia nostra?

Actualización 28-9-2010. Conozco hoy que la Fundación Telefónica publicó un estudio en 2009 con el sugerente título de La Generación Interactiva en España. En este libro se estudian la relación de los menores con las diferentes pantallas: internet, videojuegos, teléfono móvil y televisión.

II Encuentro Escuela 2.0

Como continuación de la primera reunión, ayer tuvo lugar en la sede del ITE, en Madrid,  el II Encuentro Escuela 2.0. En realidad, fue un pequeño congreso- pero sólo por su duración- en el que se expusieron en una apretada jornada, con sesiones de mañana, tarde y casi noche, 20 experiencias consideradas buenos modelos de incorporación de las tic a la enseñanza.  Dado que mi experiencia con la materia de Proyecto Integrado el curso pasado había sido reseñada en el blog de Heda, el equipo de Buenas Prácticas 2.0 consideró interesante que presentara personal y públicamente- invitación que les agradezco- la citada práctica en este segundo encuentro.
 
Gracias a ellos, he tenido la oportunidad de saludar real y no virtualmente a algunos de los compañeros de la blogosfera educativa a los que aprecio y admiro: Carlos Cabanillas, José Luis Gamboa, Antonio Solano, Néstor Alonso, Lourdes Barroso, Francisco Muñoz de la Peña…; pero, al tiempo, he conocido a otros colegas que están incorporando la tecnología al aula de una manera muy acertada, sensata, brillante y digna de elogio y emulación: Raquel Vadillo, Amparo Rueda, Xulio Berros, Alberto Cuartero… Espero con impaciencia que el ITE edite los vídeos de sus ponencias para poder ver y revisar lo que ayer apenas pude entrever.

¡Lástima que los ponentes- entre los que me incluyo- sufrieran de ansiedad y trataran de mostrar y explicar con detalle en 15 minutos, tiempo límite de que se disponía, las muy ricas y variadas presentaciones que habían preparado!